José Pacheco
JOSÉ PACHECO (1784 –1865)
José Pacheco nace en Mondoñedo un 15 de diciembre de 1784, hijo de José Antonio Fernández Basanta y Antonia Rubinos Montenegro. A la prematura muerte de sus padres queda al cuidado de su abuela Agustina Fernández Pacheco.
Su entrada en la catedral de Mondoñedo como “Niño de coro” data del 6 de febrero de 1795, cuando el Maestro de Capilla presenta al Cabildo a tres niños aspirantes, entre los que es seleccionado José Pacheco. Tras unos meses en el desempeño de su función de cantor infantil la muerte de su abuela lo deja en total desamparo, de manera que en diciembre de 1796 el Cabildo acuerda acceder a la demanda de auxilio asignándole tres reales diarios y encargando al Maestro de Capilla la educación y asistencia del niño Pacheco.
Fue Ángel Custodio Santabaya el maestro de capilla encargado de esta educación, y pudo comprobar las buenas disposiciones para la música del joven Pacheco. A la muerte de Santabaya, ocurrida el 15 de diciembre de 1804, ante la inminencia de las celebraciones navideñas Pacheco ofrece sus servicios al cabildo: “Que en vista de la vacante del magisterio de Capilla y de haber trabajado por sí mismo los villancicos, pide se le conceda facultad para dirigirlos haciendo veces de maestro de Capilla; y así mismo la de vestir sobrepelliz” El Cabildo aceptó la petición para ese acto solamente.
En tanto permanece vacante la plaza de maestro de capilla a Pacheco le son asignados 10 reales diarios para que vaya a Santiago, o donde mejor estime, a terminar su formación musical. Decide ir a Santiago, cuya capilla musical gozaba de buena fama, y se pone bajo el magisterio de Melchor López Jiménez, quien enseguida le cobra afecto. En la Navidad de 1805 es llamado de vuelta a Mondoñedo para dirigir los nuevos villancicos de Navidad, y en enero de 1806 Pacheco solicita su vuelta a Santiago para continuar su formación. Sin embargo el Cabildo resuelve proveer la vacante del magisterio de capilla el 5 de febrero. Tan bien dotada estaba esta plaza que fueron 10 los concurrentes, entre ellos los maestros de capilla de Lugo, Solsona, Albarracín, León Zaragoza, Calatayud y otros lugares. El sistema era de concurso, donde cada candidato acudía provisto de una carta de recomendación ponderando sus méritos. La carta de Pacheco era escrita por Melchor López y el Racionero Cos, de Santiago. El Cabildo otorgó la plaza a Pacheco, pese al enfrentamiento de varios capitulares, uno de los cuales estableció un pleito contra la designación, que mantuvo hasta su muerte. La elección fue hecha el 5 de febrero de 1806, y dos días después se incorporó el músico al puesto.
Pacheco, al frente de la Capilla e música de Mondoñedo, cumplió con celo su deber y la mantuvo al alto nivel en que la había situado su predecesor Santavaya. Pocas Catedrales poseen colecciones tan numerosas de composiciones debidas a sus maestros como posee la de Mondoñedo con las más de 300 obras que dejó Pacheco en el archivo.
Pacheco estuvo residiendo por una temporada en la corte, y pudo renovar ahí su estilo asistiendo a los espectáculos teatrales y a las solemnidades en que participaba la Real Capilla. Entabló intima relación con Carnicer, maestro director y concertador de la ópera. Conoció la obra de Mozart, Haydn, Rossini, y abandonó el estilo de “espadín y peluca” que venía cultivando.
Pacheco falleció el 23 de marzo de 1865 tras casi 60 años de servicio a la Catedral de Mondoñedo.
Portada de la obra de Varela Lenzano sobre el maestro Pacheco
Sus obras más importantes son:
Miserere (1806)
Salmo Laudate Dominum (1815)
Salmo Dixit Dominus (sin fecha)
Te Deum (1823)
Invitatorio, Parce y Taedet (1832)
Responsorio Libera me (1855)
Villancicos de kalenda y al Nacimiento
Stabat mater
Motete Plorans (se canta en las procesiones de Viernes Santo)1
Portada del motete, manuscrito de José Ferro, conservado en la Catedral de Lugo
1 Según Varela Lenzano escribía en 1897: Las procesiones son la del Encuentro y la de la Soledad, que se celebran por la mañana y por la noche, respectivamente. En la primera cántase el motete en la Plaza después del sermón, y en la segunda en este mismo sitio y en las esquinas del Cristo de los Remedios y de la calle del Marqués de Rodil. Existe la tradición de que le tiple se coloque debajo de las andas de la Virgen, lo que imprime una nota muy patética la piadoso acto.
Calle Pacheco (Mondoñedo) y Sociedad Coral Pacheco (1881)
PARTITURAS
sv177 | Crudelis Herodes | José Pacheco | 1784 | 1865 |